Un ritual perfecto de desconexión
Dedicar unos minutos a prepararse una infusión y tomarla tranquilamente puede cambiar la manera en que vives cada día.
A lo largo del día conviene combinar la actividad con las pausas de relajación para que el cuerpo y la mente aflojen tensiones y funcionen de manera óptima. Prepararse una infusión caliente y sentarse con la taza entre las manos para tomarla sorbo a sorbo, a solas o en compañía, es un placer y una manera de cuidar la salud gracias a las propiedades de las plantas.
INSTANTE DE BIENESTAR
Para que esta pausa sea un auténtico momento de desconexión, puedes crear un sencillo ritual. Por ejemplo, puedes poner una música relajante, elegir la infusión, calentar el agua y verterla en tu taza preferida para sentarte en una cómoda butaca frente a una ventana con una bonita vista. O puedes tomarla en el balcón o la terraza. Lo importante es que te sientas cómoda y abandonar cualquier preocupación. Puedes concentrarte en el sabor y los aromas de la infusión, dedicar unos minutos a meditar o realizar un ejercicio de respiración consciente.
ELEGIR UNA PLANTA QUE SE ADAPTE A TI
Tomar una bebida u otra depende de los gustos personales y del efecto deseado, porque unas plantas despejan, otras relajan y algunas son depurativas o digestivas. Ten en cuenta que cada planta tiene un tiempo óptimo de infusión, más breve si se trata de flores u hojas tiernas, y más largo si la infusión incluye cortezas o tallos.
TISANA RELAJANTE
Algunas plantas son especialmente recomendadas si el objetivo es relajarse y desconectar de cualquier preocupación. La melisa, la flor de azahar, la tila o la hierbaluisa son calmantes y, además, deliciosas.
¿Te dedicas tiempo para ti y para desconectar de tu día a día? Si no es así, guarda una hora para tu ritual de desconexión. ¡Es el mejor momento invertido de tu rutina!